NEOCLASICISMO (1750–1820)
La literatura y el arte neoclásicos
El neoclasicismo fue un movimiento
artístico y literario que surgió a mediados del siglo XVIII y abarcó hasta el
siglo XIX. Tenía como base la renovación de los valores filosóficos y estéticos
de la Antigüedad Clásica y el culto a la razón, interpretados como modelos para
la construcción de la modernidad. El movimiento neoclasicista se originó en
Francia, donde fue llamado simplemente clasicismo. Desde allí se extendió hacia
el resto de Europa y América, de la mano con la expansión del Iluminismo o
Ilustración, clave filosófica del movimiento neoclásico en todas sus
manifestaciones.
El
contexto y origen del neoclasicismo
Tres procesos históricos fueron claves en
el movimiento neoclásico: La aparición de la Ilustración o el Iluminismo, movimiento
filosófico que defendía la razón, el conocimiento y la secularización como
propósito y medio para derogar el dogmatismo y fomentar el progreso. Hacia
finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en Europa dominaba
el arte barroco. En Francia, particularmente, dominaba el rococó en la corte.
Inspirados por los valores de la Ilustración, pronto surgieron detractores de
tales estilos, pues los consideraban excesivos, confusos y recargados, y los
relacionaban al fanatismo religioso y a la corrupción aristocrática
respectivamente.
En este contexto nació el neoclasicismo,
un movimiento artístico confesional, es decir, con programa propio, que
reaccionaba contra la tradición artística anterior, proclamando una
"revolución" estética y filosófica.
Jacques-Louis
David: La muerte de Sócrates. 1787. Óleo
sobre lienzo. 129,5 × 196,2 cm.
Aunque en apariencia el arte neoclásico transmite
cierta frialdad, en realidad pretendía ser un arte verdaderamente
revolucionario en su intención —al menos en su primera etapa. Los artistas
genuinamente deseaban participar en el nacimiento de una cultura basada en la
razón, la moral y el progreso. Por ello se plantearon seguir una serie de
características y valores. Veamos.
Carácter didáctico y moralizador; El propósito y fin del neoclasicismo era la educación y la moralización de la sociedad con miras a la construcción del proyecto moderno. Los artistas y escritores creían que a través de sus obras ayudaban a difundir los valores necesarios para construir una sociedad racional, moral, culta y progresista que superara la ignorancia, a la que veían como madre de la intolerancia y el dogmatismo.
Jacques-Louis
David: El juramento de los Horacios.
1784. Óleo sobre lienzo. 3,26 m x 4,2 m.
Valores: Entre los artistas existía una convicción por crear una
estética que le confiriera un nuevo sentido al paso de la tradición a la
modernidad, bajo una escala de valores que se consideraban racionales y, en esa
medida, universales. Entre ellos estaban:
Anton
Raphael Mengs: El triunfo de la historia
sobre el tiempo. 1772. Óleo sobre lienzo.
·
la libertad
·
la idea de patria
·
el heroísmo
·
el espíritu de sacrificio, rigor y
autodominio.
Inspiración en el arte de la Antigüedad
Clásica: El neoclasicismo
retoma la indagación e investigación de la Antigüedad Clásica y le confiere un
nuevo sentido: la interpreta como expresión “culta” y modelo ético de carácter
universal y racional. La inspiración en la Antigüedad Clásica ya se había visto
en el Renacimiento, pero mientras los renacentistas acudían a ella como un
método para conocer la naturaleza, los neoclásicos la interpretaban como una
referencia moral en la cual fundar el “proyecto moderno”. Se trataba, pues, de
una idealización moral del pasado grecolatino.
Jacques-Germain
Soufflot: Panteón de París, antigua iglesia
de santa Genoveva.
Equilibrio, proporción y simetría: Con la Antigüedad Clásica como modelo, resurgió el interés en el
equilibrio, la proporción y la simetría, valores propios del arte griego del
período clásico. De esta manera los artistas neoclásicos rechazaban el
efectismo, la espectacularidad y el exceso decorativo del arte barroco y rococó.
El equilibrio, proporción y simetría fueron entendidos como metáfora formal del
carácter moral, es decir, pretendían simbolizar, por medio de la forma, el
código de valores de la civilización moderna. Este canon se aplicó en las artes
plásticas, la música, la arquitectura y la literatura.
Ingres: Napoleón Bonaparte. 1804. Óleo
sobre lienzo. 227 x 147 cm.
Culto a la razón: Los artistas y escritores neoclásicos veían a la Razón como una diosa garante del orden civilizatorio. El racionalismo en la composición estética, es decir, la representación organizada y metódica, así como los temas que resaltaban la templanza, la virtud y el autodominio, eran una forma de ejercer y difundir el culto a la razón.
El
culto de la «diosa Razón» en Notre Dame. 1793. Aguafuerte. 12 × 20 cm.
Universalidad: Paradójicamente, el nacionalismo emergente de
aquellos años que aspiraba a la universalidad, que se expresara en la inclusión
de todas las civilizaciones en una narrativa racionalista o, al menos, en la
conformación de un Estado nacional laico y republicano de vocación universal,
que acogiera por igual a todos los ciudadanos.
Temas: Los temas del neoclasicismo se vinculan con el compromiso político de sus artistas, aunque muchas veces fueron instrumentalizados por los gobiernos, lo que conllevó a la estandarización de los contenidos y a la pérdida de su eficacia revolucionaria, el arte neoclásico abordaba especialmente temas como la historia grecolatina (los modelos morales), la historia del republicanismo y de la revolución francesa y la mitología romana (como alegoría de la virtud). Seguían existiendo igualmente los géneros del retrato individual y colectivo. Junto a esto, persistían algunos otros temas de menor interés en la escala de los valores del movimiento. Por ejemplo, la pintura religiosa de inspiración cristiana.
François
Rude: La Marsellesa, 1833. Grupo
escultórico de una de las caras del Arco de Triunfo de París.
Características del neoclasicismo por disciplina
La pregunta sería, sin embargo, ¿cómo se expresó todo esto en cada una de las disciplinas artísticas? Veamos a continuación cuáles fueron las soluciones que los artistas y escritores neoclásicos encontraron en la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y la literatura.
Características de la pintura
Jacques-Louis
David: La muerte de Marat. 1793. Óleo
sobre lienzo. 1,62 m x 1,28 m.
Predominio del dibujo sobre el color.
Uso de la luz clara y fría.
Contornos claros y bien definidos.
Superficies bien acabadas y uniformes que no permiten distinguir las pinceladas.
Eliminación de escenas secundarias.
Para el fondo predominó el uso de la arquitectura grecolatina o, incluso, el uso de penumbras sobre el paisaje.
Supresión de lo decorativo y lo superfluo.
Preferencia por la composición ortogonal.
La anatomía sigue estrictamente el ideal del canon clásico de la antigüedad.
Gestualidad de los personajes contenida: no hay signos de dolor o de emociones.
Los objetos de la escena suelen ser referencias de los hallazgos arqueológicos.
Predominio de la pintura histórica (historia grecorromana, revolución francesa e historia republicana), seguida por mitología grecorromana alegórica. Escaso interés en la religión.
En cuanto a la técnica, uso mayoritario de la pintura al óleo (se usó también el fresco).
Características
de la escultura
- Abandono de la policromía.
- Preferencia por el mármol, el cobre y el alabastro.
- Exaltación de la belleza ideal.
- Equilibrio formal.
- Sutileza en la representación de la expresión emocional.
- Escenas dinámicas poco frecuentes.
- Aspecto general de pureza helada.
Características
de la arquitectura
La arquitectura neoclásica tuvo una serie de características específicas, entre las cuales podemos mencionar las siguientes:
William Thornton y otros: Capitolio de los Estados Unidos. 1793-1800. |
Basada en la valoración simbólica de las formas geométricas y la línea.
Rechazo de la compenetración de las plantas y volúmenes.
Volúmenes interiores expresados en el exterior.
Respeta pureza de planos y volúmenes.
No interrumpe las líneas ni suaviza los contornos.
Características
de la literatura neoclásica
Angelica Kauffmann: Alegoría de la poesía y la pintura (la artista como la Pintura recibiendo inspiración de la Poesía). 1782. Óleo sobre lienzo. 61 cm de diámetro.
Angelica
Kauffmann: Alegoría de la poesía y la pintura (la artista
como la Pintura recibiendo inspiración de la Poesía). 1782. Óleo
sobre lienzo. 61 cm de diámetro.
Conflicto entre el honor, el deber y las pasiones.
Fuentes de inspiración: la Antigüedad Clásica.
Preocupación por la elegancia formal.
Predominio de los géneros críticos sobre los didácticos.
Características
de la música clásica
A diferencia de las artes plásticas y la
literatura, la música del Siglo de las Luces no fue llamada neoclásica sino,
simplemente, música clásica, pues la ausencia de registros musicales de la
antigüedad clásica dejaba sin efecto cualquier propósito de revisionismo
histórico. El clasicismo musical surge como reacción ante el estilo
contrapuntístico, extravagante y confuso de la música barroca, y se enlaza,
así, al nuevo espíritu ideológico del momento que buscaba mesura, equilibrio,
proporción y simetría. Sus características fueron las siguientes:
Protagonismo de la línea melódica sobre la armonía.
Armonía consonante.
Ritmos regulares y constantes.
Estilo brillante y claro.
Nacimiento las formas sonata y sinfonía.
Christoph Willibald Gluck: Erasbach, 1714 - Viena, 1787. Obras de referencia: La clemencia de Tito, Orfeo y Eurídice.
Joseph Haydn: Rohrau; 1732 - Viena, 1809. Obras de referencia: Ópera Lo speziale, L'anima del filósofo, La creación, Sinfonía nº 45.
Antonio Salieri: Legnago, 1750 - Viena, 1825. Obras de referencia: Falstaff ossia Le tre burle y Armida.
Wolfang Amadeus Mozart: Salzburgo, 1756 - Viena, 1791. Obras de referencia: La flauta mágica, Don Giovanni, Sinfonía nº 40.
Ludwig van Beethoven (transición al romanticismo): Colonia, 1770 - Viena, 1827. Obras de referencia: Bagatela para piano en la menor: Für Elise («Para Elisa»), Sinfonía Heroica, Novena sinfonía.
Los representantes más importantes de la pintura neoclásica
Jacques-Louis David: París, 1748 - Bruselas, 1825. Obras de referencia: El juramento de los horacios, La muerte de Marat, La muerte de Sócrates, Napoleón cruzando los Alpes, Madame Récamier.
Jean-Auguste Dominique Ingres: Montauban, Tarn-et-Garonne, 1780 - París, 1867. Obras de referencia: Napoleón en su trono imperial, Edipo y la esfinge, La bañista de Valpinçon, La gran odalisca.
Rafael Mengs: Aussig, Bohemia, 1728 - Roma, 1779. Obras de referencia: Parnassus, Magdalena penitente, Triunfo de la historia sobre el tiempo.
Francisco Bayeu: Zaragoza, 1734 - Madrid, 1795. Obras de referencia: El paseo de las delicias, La feliz unión de España y Parma impulsa las ciencias y las artes.
Angelica Kauffmann: Coira, 1741 - Roma, 1807. Obras de referencia: Ariadna abandonada, Telémaco y las ninfas de Calypso, Alegoría de la poesía y la pintura.
Mariano Salvador Maella: Valencia, 1739 - Madrid, 1819. Obras de referencia: La batalla de Aljubarrota, El embarque.
Francisco de Goya (pintor de transición al romanticismo): Zaragoza, 1746 - Burdeos, 1828. Obras de referencia: La familia de Carlos IV, El quitasol.
Los autores más importantes de la literatura neoclásica
Jean de la Fontaine: Château-Thierry, Aisne, 1621 - París, 1695. Obra de referencia: Las Fábulas.
Daniel Defoe: Londres, entre 1659 y 1661 aprox. - 1731. Obra de referencia: Robinson Crusoe.
Jonathan Swift: Dublín, 1667 - 1745. Obra de referencia: Los viajes de Gulliver.
Alexander Pope: Londres, 1688 - 1744. Obra de referencia: Ensayo sobre el hombre, poema filosófico.
José Cadalso y Vázquez de Andrade (Dalmiro): Cádiz, 1741 - San Roque, 1782. Obras de referencia: Ocios de mi juventud, Solaya o los circasianos y Don Sancho García.
Los representantes más importantes de la arquitectura neoclásica
Ange-Jacques Gabriel: París, 1698 - 1782. Obras de referencia: Plaza de la Concordia; Pequeño Trianón en Versalles y Teatro de la Ópera real de Versalles.
Jacques-Germain Soufflot: Irancy,1713 - París, 1780. Obras de referencia: Panteón de París (anteriormente, iglesia de santa Genoveva).
Étienne-Louis Boullée: París, 1728 - 1799. Obras de referencia: Hôtel Alexandre (Hôtel Soult), Interiores del Palacio del Elíseo, Cenotafio a Newton.
Jean-François-Thérèse Chalgrin: París, 1739 - 1811. Obras de referencia: Arco de Triunfo de París, Hotel Santo-Florentin.
William Thornton: Islas Vírgenes Británicas 1759 -Washington, 1828. Obra de referencia: Capitolio de EE.UU.
Los representantes más importantes de la escultura neoclásica
Antonio Canova: Possagno, 1757 - Venecia, 1822. Obras de referencia: Las tres gracias, Venus Victrix, Eros y Psique.
Lorenzo Bartolini: Savignano di Prato, 1777 - Florencia, 1850. Obras de referencia: Carità educatrice.
François Rude: Dijon, 1784 - París, 1855. Obras de referencia: Hébé et l'Aigle de Jupiter, Departure of the Volunteers of 1792 (La Marseillaise).
Jean Antoine Houdon: Versalles, 1741 - París, 1828. Obras de referencia: George Washington, Diana la cazadora, Napoleón Bonaparte.
BIBLIOGRAFIA:
AA.VV. Neoclasicismo y
romanticismo. Dresde-Barcelona, Ullmann & Könemann
Gombrich, E.H. La
Historia del Arte. Londres, Phidon Press. 1997(reedit. 2012)
Jones, S.R. Intoduccion
de la Historia del Arte. El siglo XVIII. Barcelona, Universidad de Cambridge
-Gustavo Gilli. 1985
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